Te vi partir en el atardecer de mis sueños
y el dolor se apoderó de mi cuerpo entero.
Creo que no volveré a verte en la mañana y
mi pesadilla en una cruda realidad aparece.
Te di todo lo que tenía, fui tuyo fielmente,
fui moldeado como el barro por tus manos,
hiciste de mí aquello que tú querías.
Recordé por última vez junto a mí tu cuerpo,
recordé tu aroma, recordé el susurro de
tu voz en mi oído al despertar, recordé tus
palabras y los ardorosos besos que me dabas.
Recordé tu mano acariciando mi cabello
recordé tu último abrazo en el atardecer.
Y por todos esos recuerdos sonreiré.
Te fuiste y no pude retenerte en mis manos,
sólo quedó la sombra de lo que fuiste en mí.
Aun así no sé si valga mi espera ahora, no sé
si midiendo el tiempo te tendré de nuevo. Dudo
que si llegado el amanecer te veré volver en el
horizonte, al contrario siento más real tu lejanía.
Te vi partir y te llevaste tus recuerdos, yo me
quede con los míos. Te desee mucha suerte al
despedirte, y una vez al irte lloré amargamente.
Tendré que superarte y con dolor olvidarte hasta
que mis heridas sanen y un nuevo amanecer
descubra en mi vida. Me veré a mí mismo
como una nueva promesa entonces volveré
a vivir y sentir lo que pensé que perdí un día.
